XIX Encuentro Nacional de Pastoral Carcelaria: Reflexiones y Compromisos en Villa Allende
En el marco del encuentro nacional de responsables de pastoral carcelería en Argentina, el Padre Mario Taborda destaca la importancia de la misericordia y la cercanía en la labor pastoral en las cárceles.
Desde el viernes 2 hasta este martes 6 de febrero, se llevó a cabo el XIX Encuentro Nacional de responsables de pastoral carcelaria en Villa Allende, Córdoba. El Padre Mario Taborda, capellán de la Cárcel de Paraná, participó activamente en este evento, que reunió a referentes y delegados de cada diócesis del país.
Bajo la consigna de seguir las palabras del Papa Francisco, el Padre Taborda compartió las experiencias y reflexiones que marcaron este encuentro. «Escuchando y siguiendo a Francisco que marca el camino de la pastoral carcelaria», expresó el sacerdote.
Durante el evento, se utilizaron diversas cartas y mensajes del Papa Francisco, recogidos en sus visitas a cárceles en distintas partes del mundo, como Chile, México e Italia. La metodología adoptada consistió en escuchar el espíritu y reflexionar sobre las enseñanzas del Pontífice, buscando orientación para el trabajo futuro en las cárceles.
Monseñor Juan Carlos Ares, obispo de Bariloche, y Monseñor Adolfo Canecín de Goya, participaron como obispos encargados del encuentro. La metodología de escuchar lo que dice el espíritu y la oración final permitieron abrir la cabeza y el corazón de los participantes, más allá de una simple planificación del trabajo, revelando un camino de descubrimiento.
El Padre Taborda compartió con entusiasmo la experiencia vivida y destacó la necesidad de basar toda la labor pastoral en la misericordia, la cercanía, la compasión y el acompañamiento. «La catequesis del Papa está basada en salir del centro, ir hacia los demás, ir a las periferias», enfatizó.
En el cierre de su intervención, el Padre Taborda reveló detalles sobre el compromiso de la diócesis de Paraná en la pastoral carcelaria. Más de 20 laicos participan activamente, visitando la cárcel de martes a viernes, con cuatro encuentros semanales. El capellán también realiza misas los fines de semana y, de manera periódica, celebra bautismos de los hijos de los presos en una capilla construida por los propios reclusos en el penal número 1 de Paraná.
Destacó la labor de un grupo de laicos que visita el penal de mujeres y compartió la impactante realidad de la cárcel en Paraná, con alrededor de mil varones en la unidad penal 1 y entre 80 y 90 mujeres en la unidad penal 6. Resaltó que uno de los signos más fuertes de los últimos tiempos es el ingreso de muchos jóvenes a prisión.
En conclusión, el Padre Mario Taborda enfatizó que, después de toda la reflexión y trabajo en el encuentro nacional, solo puede afirmar: «El preso es una esperanza». Este mensaje resuena como un llamado a continuar la labor pastoral con renovado compromiso y compasión en las cárceles de Argentina.
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