Celebración de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo: Un Llamado a la Unidad y la Misión

El día 29 de junio, solemnidad de San Pedro y San Pablo, celebramos el Día del Papa y la colecta llamada desde los primeros siglos Óbolo de San Pedro.

En esta Jornada del Papa, celebrada el 29 de junio, los fieles católicos de todo el mundo están invitados a meditar de manera especial en el ministerio del Sucesor de Pedro, el Papa. Este día nos brinda una oportunidad única para orar por él y contribuir con nuestras limosnas y donativos a su misión evangelizadora y de caridad.

El Romano Pontífice, como Sucesor de Pedro, es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad tanto para los obispos como para la multitud de los fieles. Como Pastor de toda la Iglesia, posee potestad plena, suprema y universal, y es el Vicario de Cristo. Su liderazgo espiritual es esencial para la cohesión y dirección de la comunidad católica global.

Desde los primeros tiempos de la Iglesia, la comunidad ha orado insistentemente por Pedro, tal como se relata en los Hechos de los Apóstoles (cfr. Hc 12, 5). Hoy, este deber de orar por el Papa continúa siendo fundamental. Al orar por el Sucesor de Pedro, quien «preside la caridad de todas las Iglesias» según San Ignacio de Antioquía, pedimos que la Iglesia se mantenga fiel a su magisterio. De esta manera, al igual que los primeros cristianos, podemos vivir como hermanos arraigados firmemente en el amor y la caridad.

Además de la oración y el agradecimiento, esta Jornada nos llama a colaborar mediante nuestras limosnas y donativos en la colecta especial. A través de esta generosidad, ayudamos al Papa a llevar a cabo su misión a favor de la Iglesia Universal y de los más pobres de la tierra. Esta ayuda material es una expresión concreta de nuestro apoyo y solidaridad con el ministerio del Santo Padre.

La Jornada del Papa no solo es una oportunidad para reflexionar y orar, sino también para actuar en solidaridad con el Sucesor de Pedro. Que nuestras oraciones y contribuciones fortalezcan su ministerio y ayuden a construir una Iglesia más unida y caritativa.

Este día, unámonos en oración y generosidad, reafirmando nuestro compromiso con la misión del Papa y la unidad de nuestra Iglesia. Que el legado de San Pedro y San Pablo nos inspire a vivir con fe, amor y caridad, siguiendo el ejemplo del Santo Padre.