Monseñor Puiggari llama a la oración y misión en la Fiesta Patronal de la Virgen del Rosario
En la Catedral de Paraná, durante la celebración de la Fiesta Patronal de la Virgen del Rosario, Monseñor Juan Alberto Puiggari instó a la comunidad a profundizar en la oración, la misión evangelizadora y el compromiso social, destacando a María como modelo de ternura y fortaleza.
Este 7 de octubre, en la Catedral de Paraná, se celebró la Fiesta Patronal en honor a la Virgen del Rosario, patrona y fundadora de la ciudad. En su homilía, Monseñor Juan Alberto Puiggari recordó el profundo arraigo que tiene esta devoción en la historia de Paraná desde su inicio en 1730, cuando la imagen de la Virgen fue venerada por los primeros pobladores en la humilde capilla de la “Baxada del Paraná”.
Monseñor Puiggari destacó el papel de María como Madre, Patrona y Fundadora, mencionando que el reconocimiento de estos orígenes fortalece la identidad cristiana de la comunidad. “Reconocer nuestro origen es asegurar nuestro futuro, profundizar sus raíces es garantizar el progreso de nuestro pueblo poniendo a Dios en el centro”, expresó Puiggari.
En este contexto, el arzobispo agradeció los frutos del reciente Encuentro Regional en el marco del año misionero, y llamó a la Iglesia local a imitar el estilo misionero de María, especialmente en el contexto actual de dificultades sociales y económicas que enfrenta el país. Citando al Papa Francisco, resaltó que “la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles, sino de los fuertes que no necesitan maltratar a otros para sentirse importantes”.
En su mensaje, también hizo un llamado urgente a evangelizar con mayor fervor: “Pobre de mí si no evangelizo”, exclamó, instando a no permanecer indiferentes ante tantos hermanos que necesitan conocer a Jesús.
Monseñor Puiggari subrayó la importancia de la oración, que calificó como “el aliento de la fe”. Invocando la imagen de María Orante, recordó que toda renovación en la Iglesia comienza con la renovación de la oración, especialmente la adoración, y alentó a la comunidad a seguir su ejemplo: “Si nos dejamos educar por Ella, tenemos el camino más fácil para llegar a Dios”.
Finalmente, destacó la importancia del rezo del Rosario, llamándolo una oración contemplativa y cristocéntrica. Recordó las palabras del Papa San Juan Pablo II, quien consideraba el Rosario su “oración predilecta” y un camino seguro para fortalecer la fe.
La celebración concluyó con una sentida petición a la Virgen del Rosario para que la arquidiócesis de Paraná sea una comunidad “orante, fraterna y misionera”, en la que el testimonio cristiano brille en medio de los desafíos del presente.
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