La pobreza bajó al 38%: Análisis de una cifra esperada por el Gobierno

La reciente publicación del INDEC revela una fuerte caída en los índices de pobreza e indigencia en Argentina. Este descenso se enmarca en un ajuste económico sin precedentes aplicado por el gobierno de Javier Milei. ¿Cuáles son las razones detrás de esta reducción y qué desafíos persisten?

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) ha publicado recientemente los últimos datos sobre pobreza e indigencia en Argentina correspondientes al segundo semestre de 2024. Estas cifras han sido recibidas con gran satisfacción por el Gobierno Nacional, ya que reflejan una significativa reducción en ambos indicadores.

Según el informe del INDEC, la pobreza pasó del 53% registrado en la última medición a un 38%, mientras que la indigencia cayó del 18% a valores cercanos al 8 o 9%. Este descenso se produce en el contexto de una de las políticas de ajuste económico y financiero más drásticas en la historia del país, implementada por el presidente Javier Milei a lo largo del 2024.

El ajuste realizado por el Gobierno implicó una reducción del gasto del 27% en términos reales, equivalente a un 4,5% del Producto Bruto Interno (PBI). Al inicio de su gestión, muchos analistas y sectores políticos consideraban que un ajuste de tal magnitud resultaría inviable sin generar un estallido social. Sin embargo, los últimos indicadores económicos sugieren que la sociedad argentina, en su mayoría, ha soportado estas medidas y que, al finalizar el 2024, varias variables económicas se encuentran en niveles similares o incluso superiores a los dejados por el gobierno anterior.

Factores que explican la reducción de la pobreza

Uno de los elementos centrales en la disminución de la pobreza ha sido la contención de la inflación. En el segundo semestre de 2023, la inflación mensual promedió el 13%, mientras que en el mismo periodo de 2024 se redujo a un 3,2%. Esta drástica caída impactó directamente en la canasta básica de los hogares de menores recursos, donde los alimentos tienen un peso determinante en el presupuesto familiar.

Otro factor clave fue el incremento en la Asignación Universal por Hijo (AUH), que en 2024 se duplicó en términos reales en comparación con fines del 2023. Este refuerzo en la asistencia social contribuyó a mejorar el ingreso disponible de los sectores más vulnerables, ayudando a amortiguar los efectos del ajuste.

A pesar de estos datos alentadores, el debate sobre la metodología de medición de la pobreza sigue abierto. Algunos especialistas sostienen que la composición de la canasta básica no es la misma en los hogares pobres que en los de clase media y alta, lo que podría incidir en la interpretación de los resultados.

¿Una tendencia sostenible?

Si bien la reducción de la pobreza y la indigencia es una señal positiva, la sostenibilidad de esta tendencia dependerá de la evolución de la economía en los próximos meses. La estabilidad de los precios y la capacidad de generar empleo serán factores determinantes para consolidar estos avances y evitar retrocesos.

Resta por ver si Argentina ha encontrado finalmente un camino de recuperación económica que permita reducir aún más los índices de pobreza e indigencia. Sin duda, el desafío sigue vigente.

Por Gustavo Tarragona

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